
Contexto macroeconómico general
Uno de los cambios más notorios en los últimos años ha sido el aumento sostenido de las tasas de interés. Esta situación, impulsada por políticas monetarias restrictivas para controlar la inflación, ha tenido un impacto directo en la industria de la construcción. Hoy en día, acceder a financiamiento bancario es significativamente más costoso tanto para constructoras como para desarrolladoras inmobiliarias y compradores finales.
Este encarecimiento del crédito limita la posibilidad de apalancar proyectos grandes, y obliga a muchas empresas a reducir su escala o posponer inversiones. También ha llevado a un endurecimiento en los requisitos para acceder a líneas de crédito, con mayores exigencias en cuanto a garantías, historial crediticio y flujos futuros. Las constructoras que tradicionalmente operaban con financiamiento anticipado ahora deben explorar nuevas alternativas, como fondos privados, asociaciones público-privadas o mecanismos de preventa más agresivos.
✔️ En este contexto, diversificar las fuentes de financiamiento y optimizar el flujo de caja son medidas estratégicas imprescindibles para sobrevivir y crecer.
Aumento de costos y presión en la cadena de suministro
La presión sobre los costos no da tregua. La inflación general, sumada al alza sostenida en los precios de materiales clave como acero, cemento, cobre, áridos y combustibles, ha puesto en jaque la rentabilidad de muchos proyectos. Este fenómeno, lejos de ser puntual, se ha vuelto estructural, debido a una mezcla de factores globales: conflictos geopolíticos, disrupciones logísticas, escasez de materias primas, y mayor demanda en economías emergentes.
Además, los costos no solo han aumentado, sino que también se han vuelto más volátiles e impredecibles, dificultando la planificación financiera a mediano y largo plazo. Esto afecta tanto a grandes obras como a proyectos pequeños, especialmente cuando los contratos no contemplan cláusulas de reajuste por variación de precios. Por otro lado, las demoras logísticas y rupturas de stock han generado sobrecostos por penalizaciones contractuales, reprogramación de obras y pérdida de confianza con los clientes.
✔️ Fortalecer la relación con proveedores confiables, establecer acuerdos de precios a largo plazo y optimizar el inventario son estrategias clave para mantener la continuidad operativa sin sacrificar márgenes.
Foco en infraestructura pública y obras de base
En escenarios donde la inversión privada se contrae, el Estado suele asumir un rol protagónico como motor del sector construcción. En Chile y varios países de la región, los programas de reactivación económica están impulsando ambiciosos planes de infraestructura pública, con foco en conectividad vial, obras hidráulicas, infraestructura hospitalaria, escuelas y viviendas sociales.
Este enfoque no solo busca dinamizar la economía, sino también generar empleo, mejorar la calidad de vida y reducir las brechas territoriales. Para el sector privado, esto representa una oportunidad concreta de captar contratos con menor riesgo de pago, mayor previsibilidad y condiciones técnicas estandarizadas. Sin embargo, también implica nuevos desafíos: cumplimiento normativo estricto, transparencia en licitaciones, exigencias ambientales y una mayor fiscalización en los procesos de ejecución.
✔️ Las empresas que desarrollen capacidades técnicas sólidas, estructuras legales adaptadas a contratos públicos y procesos de licitación ágiles podrán acceder a este nuevo flujo de inversión estatal.
Innovación, productividad y digitalización como palancas de competitividad
En un entorno de alta presión financiera y operacional, la innovación tecnológica deja de ser una ventaja opcional para convertirse en una necesidad estratégica. La transformación digital en la construcción incluye la implementación de metodologías como BIM (Building Information Modeling), uso de drones, monitoreo remoto de obras, inteligencia artificial para planificación y sistemas de gestión en tiempo real.
A esto se suma el avance en técnicas constructivas industrializadas, como prefabricación de módulos, impresión 3D de estructuras y uso de materiales inteligentes que permiten reducir tiempos, costos y errores humanos. Al mismo tiempo, la capacitación continua del capital humano y la adopción de herramientas digitales colaborativas permiten aumentar la productividad laboral y mejorar la trazabilidad del proyecto desde la planificación hasta la entrega.
✔️ Las constructoras que inviertan hoy en automatización, digitalización y desarrollo de competencias tecnológicas estarán mejor posicionadas para competir en un mercado cada vez más exigente, donde la eficiencia marcará la diferencia.
El panorama económico actual obliga a la industria de la construcción a repensar sus modelos de financiamiento, gestión de costos, relación con el Estado y uso de tecnología. Las oportunidades existen, pero solo podrán capitalizarlas quienes comprendan la profundidad de estos cambios y se anticipen con estrategias claras. La clave no estará solo en construir más, sino en construir mejor y con inteligencia financiera y tecnológica.
En ÁridosMB, entendemos estos desafíos y nos alineamos contigo como un socio estratégico: desde el abastecimiento oportuno de materiales hasta la asesoría en procesos productivos. Porque construir el futuro comienza con decisiones informadas hoy.


